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Propuesta Concurso Provincial de Anteproyectos "Monumento a la Bandera Bonaerense en Capitán Sarmiento" 

Año: 2014

Autor: arq. Julio Reboredo

Colaboradores: Tomás Guerrini, Florencia Pazos, Victoria Perez Herrera, Lucía Wainberg. 

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MEMORIA

Se requiere un monumento, un cofre, un edificio significativo que atesore un símbolo de la comunidad, del suelo patrio, que resguarde el más caro sentimiento de pertenencia a un territorio, pero que a nuestro entender debe aportar además vitalidad urbana, ofrecer una variedad de usos públicos para constituirse en un referente de la vida social, en un centro de convocatoria y encuentro ciudadano, trascendiendo el mero uso específico otorgado por su Programa de Necesidades.
Para proyectar el Monumento a la Bandera Bonaerense se tomaron como premisas básicas proponer un edificio despojado de monumentalidad o retórica, pero con la suficiente dosis de severidad e imagen institucional para contener en su interior uno de los emblemas bonaerenses y por otra parte que el edificio se constituyera en un edificio abierto a la comunidad, que proporcionara un ámbito convocante cotidianamente y no sólo en ocasión de visitas museográficas o de eventos en su auditorio.
Se propone unificar las dos plazoletas existentes, dotando así a la ciudad de un espacio de uso público para el ciudadano, para el peatón, transformando el dominio del automóvil en un espacio recreativo para la comunidad.
Al interrumpirse el tránsito de la Avenida San Martín se propone que la circulación vehicular rodee la nueva plaza unificada, a modo de rotonda, ensanchando dos metros las calles perimetrales de la plaza, para que las mismas puedan absorber sin un mayor impacto ambiental el mayor flujo vehicular que recibirán y dejando de una sola mano cada una.
El edificio se implanta en el eje de la ex Avenida San Martín pero recostado sobre la calle Almafuerte en el otro sentido, reconociendo el mayor flujo de gente proveniente desde el centro de la ciudad y preservando la totalidad de las especies arbóreas existentes.
Desde la calle Dardo Rocha se plantea un recorrido por la plaza hasta el ingreso al edificio, simbolizado por la presencia de cuatro “paraguas” de hormigón, iluminados desde abajo.
El edificio se proyecta como un claustro para reforzar el carácter de espacio albergante, introvertido, cobijo de las colecciones que resguarda.
Desde el ingreso bajo los paraguas se recorre perimetralmente el patio / jardín central por una galería cubierta de vegetación.
El patio / jardín central es un espacio de permanencia, de silencio y respeto pero que a su vez brinda un sitio para el encuentro social y para la presentación de diversas expresiones artísticas (musicales, teatrales, títeres, gimnásticas).
El espacio es continuo y naturalmente se ingresa al edificio propiamente dicho sin solución de continuidad. En el interior se propone continuar el recorrido dentro del Salón de Exposiciones hasta rematar en el otro extremo donde aparece el acceso al Auditorio o se encuentra una salida hacia la plaza. Esta salida también sirve como acceso al Auditorio independizando el uso del mismo respecto al resto de las actividades, pudiendo sectorizarse las distintas áreas funcionales del edificio. Del mismo modo el sector de Oficinas posee su acceso independiente.
El sector de ventas e informes posee un pequeño patio que “rompe” uno de los ángulos del claustro evitando su rigidización y generando un espacio más de uso público y de exposiciones. El Auditorio puede abrirse hacia el patio / jardín mediante portones (dotados de aislación acústica) integrándose al mismo. El verde rodea todos los ambientes creando un microclima y una atmósfera de serenidad.
Envolviendo el patio / jardín tres caras del claustro contienen los usos específicos del Programa, dos de ellas son cuerpos “duros”, (uno contiene al Auditorio y el otro el Sector de Oficinas y servicios) materializados en hormigón visto y enfrentados para generar una diagonalización y dinamización espacial de los otros dos, que se transparentan hacia la plaza a través de una piel calada de ladrillo visto y
carpinterías vidiriadas., Los dos cuerpos duros se articulan por el gran espacio que conforma el Hall, el Salón de Exposiciones y el puesto de Ventas e Informes, configurando un espacio más “blando”, flexible, capaz de albergar distintos usos (la exposición permanente, exposiciones transitorias, encuentros, eventos sociales, foyer del auditorio, etc).
En la plaza, una multiplicidad de sectores, formalizados a partir del módulo base del proyecto, ofrece distintas alternativas de uso para ciudadanos de toda edad, desde una escala casi íntima, hasta un playón de escala urbana para el desarrollo de eventos de índole cívica o masiva en el eje que lleva hasta el edificio. La materialidad propuesta utiliza tecnología tradicional, (hormigón, ladrillos, chapa, carpinterías de aluminio de alta prestación y doble vidriado hermético) de fácil y económica ejecución y de bajo mantenimiento. Estructuralmente el edificio se resuelve con una estructura tradicional de hormigón armado. El Auditorio lleva como cubierta una losa llena de hormigón armado para asegurar un adecuado aislamiento acústico y el resto del edificio lleva cubiertas de chapa con losa canaleta. Cielorrasos de yeso suspendidos o modulares fonoabsorbentes de construcción en seco. Los pisos interiores serán de microcemento alisado y en exteriores y en la plaza de hormigón raspinado. Los muros exteriores del Auditorio llevan como revestimiento en su cara interior tabiques de aislación acústica. Para el acondicionamiento térmico del edificio se proyectó un sistema central de aire acondicionado, tipo VRV Heat Pump, frío calor, de gran versatilidad, con posibilidades de sectorización, programación por áreas y horarios y con unidades en cielorrasos, de tipo Cassettes de Multivías.

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